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La resiliencia es la capacidad que tiene el ser humano para afrontar las dificultades, los problemas las adversidades de la vida, superarlas y transformarlas. Un niño que haya vivido en su temprana infancia alguna experiencia traumática y de gran dolor, puede recuperarse y sobreponerse a ello a través de la resiliencia. Es más, será capaz incluso de salir fortalecido. Se podría decir que la resiliencia es la entereza más allá de la resistencia.
Como padres constantemente debemos tener a nuestro alcance herramientas que nos brinden recursos para desarrollar esta gran habilidad en nuestros hijos. Instintivamente los padres protegemos a nuestros hijos de probables daños externos, sin embargo, muchas veces en el afán de protegerlos los dejamos sin recursos para afrontar la vida y los problemas cotidianos.

Según la Asociación Mexicana de Psicología el gran fenómeno de los “Hiperpadres” debido a la presión social, afecta directamente el desarrollo social de los hijos dejándolos con una gran incapacidad para resolver problemas y desarrollar habilidades sociales.

¿Cómo podemos desarrollar la Resiliencia en nuestros hijos?

1- Hacer y tener amigos
Hay que enseñar y animar a nuestros hijos a tener amigos. Paralelamente tenemos que desarrollar una red familiar fuerte para que se sientan amparados y aceptados. Las relaciones personales fortalecen la resiliencia en los niños y les brinda apoyo social.

2- Enseñarlos a ayudar a los demás
Ayuda a tu hijo haciendo que él ayude a los demás. Ayudar a otros puede permitirle superar la sensación de que no puede hacer nada. A través de trabajos voluntarios apropiados a su edad, así como pequeñas tareas que les des, los niños podrán sentirse valorados.

3- Mantener una rutina diaria

Ayuda a tu hijo a establecer una rutina diaria y a seguirla. El respeto a la rutina es un sentimiento reconfortante para los niños, especialmente a los más pequeños. Ellos necesitan saber que están cumpliendo y haciendo bien sus tareas.

4- Combatir la inquietud y la preocupación

Tan importante como seguir una rutina es no obsesionarse con ella. Enseña a tu hijo a concentrarse en sus propósitos, pero también a descansar y hacer cosas diferentes. Es necesario que los niños estudien pero que también jueguen y se diviertan.

5- Enseña a tus hijos a cuidarse

Es importante que todos cuidemos de nuestra salud, de nuestra apariencia, de nuestro descanso… Eso debe ser inculcado en los niños, desde pequeños. Con el ejemplo, podemos enseñar a los niños a cuidarse, a que se quieran, haciendo deporte, jugando, comiendo y durmiendo bien, etc.

6- Anima a tus hijos a fijarse metas

Fechas importantes como el inicio del año o un cumpleaños, son ideales para enseñar a los niños a establecer algunas metas en su vida. Objetivos que ellos pueden alcanzarlos. Así ellos experimentarán el valor de logro, del alcanzado, y disfrutarán de los elogios.

7- Alimenta una autoestima positiva

Ayuda a tu hijo a recordar cómo pudo lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y luego ayúdelo a entender que esos desafíos pasados lo ayudan a desarrollar la fortaleza para manejar desafíos futuros. Ayúdale a que aprenda a confiar en sí mismo para resolver los problemas y tomar las decisiones adecuadas. Enséñale a tomar la vida con humor y la capacidad de reírse de sí mismo.

8- Enseñar a tus hijos a ver lo positivo incluso en las cosas malas

Fomentar una actitud positiva frente a las adversidades ayudará a los niños a enfrentarse a las dificultades con optimismo y positivismo. Que después de una tempestad siempre viene la calma y que no hay que desesperarse.

9- Estimula el autoconocimiento

Hay que enseñar a los niños que con todo se aprende y se crece. Ayude a que tu hijo vea cómo a lo que se está enfrentando puede enseñarle a entender de qué está hecho.

10- Aceptar que el cambio es parte de la vida

Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes. Ayuda a tu hijo a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables.

Es necesario estar conscientes de que para poder desarrollar herramientas en nuestros hijos, tenemos que desarrollarlas primero como padres. La resiliencia será sin duda una cualidad que nos hará ir más allá de los cambios, del dolor y de la incertidumbre. Los invito a desarrollar la habilidad de ser como “ligas”, es decir, estirarnos, cambiar de físicamente de estado y al final regresar a nuestro estado natural, pero aún más fuertes.

 

Elaborado por:

Diana Arreola Torres

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