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7 Consejos para conectar con tu hijo

Queremos a nuestros hijos y valoramos la conexión con ellos y nuestro tiempo con la familia, pero llevamos vidas muy ocupadas, enteramente inundadas por la tecnología y estamos constantemente conectados con las cosas que suceden fuera de nuestro hogar.

Por desgracia, es muy fácil ir perdiendo el contacto con nuestras relaciones más valiosas mientras respondemos rápidamente un email más, mandamos un WhatsApp a un amigo, publicamos una actualización rápida en Facebook o nos entretenemos en Netflix.

La buena noticia es que hay muchas formas muy fáciles para recuperar esas relaciones y desarrollar conexiones emocionales duraderas con nuestros hijos, y solo es necesario que dejemos el teléfono a un lado un par de horas al día.

Hoy te ofrecemos 7 sencillos consejos para mejorar la relación padre e hijo. Ahora ya no tienes excusa para no mejorar tu relación con ellos.

1. Juega con tus hijos

Jugar al pilla-pilla con ellos en casa, llevarlos a cuestas en una carrera de caballito o practicar deporte con ellos: todas son formas divertidas de jugar con nuestros hijos que a la vez, impulsan y nos ayudan a que nuestra relación con ellos sea más profunda.

2. Presta atención a sus sentimientos

Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar una relación saludable con sus sentimientos, escúchalos, incluso cuando lloran y tienen rabietas. Hazles saber que estás ahí, abrázalos, arrúllalos y deja que se expresen. Acéptalos y presencia sus emociones.

3. Comparte tiempo de ocio de calidad con ellos de manera habitual

Fija períodos de 15 a 60 minutos y diles que vas a reservar un hueco para dedicarles ese tiempo solo a ellos, alejado de distracciones, móviles y redes sociales y préstales toda tu atención. Incluso puedes ponerle un nombre, sobre todo si tus hijos son preadolescentes o adolescentes, para que les resulte más atractivo. Evita la necesidad de sugerir o dirigir y déjales que sean ellos quienes te guíen.

4. Céntrate en ti mismo

En lugar de utilizar las redes sociales constantemente, aléjate del teléfono y las pantallas por 30 minutos diarios para volver a conectar contigo mismo. Prueba con la meditación, la lectura de revistas, pintar, escribir historias, el yoga o una caminata por la naturaleza. Tómate algo de tiempo diario para dejar que tus pensamientos y preocupaciones se vayan, para alejarte a propósito de las pantallas y ponerte en contacto con quien realmente eres. Esta práctica te ayudará a encontrarte a ti mismo y a dedicarle más tiempo y atención a tus hijos.

5. Mantén el contacto visual con tus hijos  

Llevarlos a la escuela, ir al trabajo, hacer las actividades y recogerlos es una rutina diaria que no nos ofrece el tiempo necesario para parar, tomar algo de aire y perspectiva y mirar a nuestros hijos a los ojos. Cada vez que puedas, cada vez que hables con ellos recuerda tomar contacto visual. Esto ayuda a construir una conexión y mantenerla a lo largo del tiempo.

6. Habla con ellos sobre los grandes interrogantes de la vida

¿Tu hijo de 4 años ya quiere saber de dónde provienen los bebés? ¿Tu hija de 8 años tiene dificultades para entender la muerte de su abuelo? Estas dudas son muy comunes y representan curiosidades relacionadas con los temas más complicados de la vida. Lo cierto es que puede parecer abrumador tratar de explicárselo a un niño, pero es necesario que lo hagas. Habla con tu pareja y decide cuáles son las 3 cosas más importantes que tu hijo debe aprender sobre ese tema. Después, habla con él. ¿Esperas que sepa que el sexo sucede cuando dos personas se quieren? Entonces por énfasis en que las personas que se quieren tienen bebés (puedes reservar los detalles del sexo para cuando sean más mayores). ¿Quieres que entiendan que aunque una persona muera sigue viva en todos aquellos que la conocían? Entonces cuéntaselo para ayudar a traerles paz y perspectiva. Lo importante es que no evites estos temas ni asumas que los niños no van a poder manejarlos o que no quieren aprenderlo de ti. Los niños necesitan aprender de sus padres y guiar sus pasos a través de sus enseñanzas. Toma como base tus propios valores y creencias y enséñales a partir de ellos, de forma amable y reflexiva.

7. Cuéntales más acerca de tu vida

Los niños quieren saber cómo era para ti hacer las cosas que ellos están aprendiendo a hacer ahora. Cuéntales tantas historias como puedas sobre tu propia infancia y adolescencia. Tus hijos deberían saber todo lo que quieran saber acerca de sus abuelos, cuándo aprendiste a montar en bicicleta, cuándo te enamoraste por primera vez y de quién, quién fue contigo a tu primer baile, dónde te ibas de vacaciones con tu familia, los libros que más te gustaban de niño o cómo eran tus amigos. Todos estos detalles les ayudan a sentirse más cercanos a ti y a tomar decisiones en sus propias vidas.

Elaborado por:

Sapos y princesas “7 Consejos para conectar con tu hijo”,  saposyprincesas.elmundo.es

Actividades que ayudan a fortalecer el vínculo entre padres e hijos

Formas de aprovechar el tiempo en familia y mejorar la comunicación.

El estrés, la falta de tiempo y la tecnología están interviniendo negativamente en las relaciones con nuestros hijos. El tiempo que estamos en el hogar es limitado y si lo ocupamos haciendo las tareas de la casa, cocinando, revisando el móvil o viendo una serie, ¿qué espacio dejamos para la comunicación con nuestra familia? Hay fórmulas para aprovechar el tiempo que estamos juntos y favorecer la conversación y el juego con nuestros hijos. ¡Aquí te proponemos algunas ideas!

1. Aprovechar las comidas para hablar.

El desayuno, la comida o la cena son momentos en los que todos los miembros de la familia se juntan. Es la mejor situación para preguntar qué tal les ha ido el día, de forma natural siempre, no a modo de interrogatorio.

Muchas veces nos sentamos a comer y no hablamos. Fomenta el diálogo y el debate. ¡Descubrirás muchas cosas interesantes que les han pasado y que no nos cuentan si no ven la oportunidad! Ah y, sobre todo, poner de regla “dejar” los móviles y no tocarlos durante las comidas.

2. Leer juntos

Una buena idea es leer juntos en la cama justo antes de acostarse. Cuando los niños son pequeños les encanta que les cuenten cuentos. Además de ser un momento para relajarse antes de dormir, aprovechando el hilo argumental de la historia, podemos enseñarles valores y explicarles cosas importantes. Estaremos fomentando el gusto por la lectura y activando su imaginación.

Si los niños son más mayores, podemos proponerles que lean los libros que nos gustaron a nosotros de pequeños y luego podemos comentarlos.

3.Ver una película en familia

Ver una película juntos es una oportunidad para sentirse unidos. Prepara palomitas y elijan el título entre todos. Ten en cuenta que tiene que ser para todos los públicos y que tiene que gustar a niños, a mayores, a los chicos y a las chicas. Una comedia siempre es una buena opción. ¡Reírse libera endorfinas!

4.Escuchar música juntos

La música es fundamental para el desarrollo intelectual de los niños. Cuando son muy pequeños, la música desarrolla su percepción auditiva y la sensibilización motriz. La música tiene el poder de hacernos bailar o emocionarnos. Escucha la música que escuchan ellos y que ellos escuchen la que te gusta. También puedes intercambiar listas de música. Enseñarles grupos del pasado y que ellos te enseñen grupos actuales. ¡Anímalos a que creen sus propias listas!

5.Lo mejor y lo peor el día

Un truco para ver si todo va bien en las vidas de nuestros hijos es hacerles dos preguntas simples: ¿Qué fue lo mejor del día? y ¿Qué fue lo peor del día? Te vas a sorprender con sus respuestas. Es una forma sencilla de averiguar qué es lo que les emociona y qué es lo que les preocupa.

6.Cocinar en familia 

Los niños son capaces de hacer muchas más cosas de lo que imaginamos. Atrévete a que ayuden a cocinar e incluso deja que hagan la comida ellos, siempre con las debidas precauciones para que no se quemen o se corten. La cocina aumenta su autonomía y confianza y mejora sus habilidades manuales a la vez que se familiarizan con la importancia de llevar una vida saludable cuidando la nutrición.

De esta manera, les estamos inculcando buenos hábitos y preparando para la vida adulta. ¡Y veras cómo valorarán más nuestro trabajo, ya que experimentarán en sus propias manos el esfuerzo que conlleva preparar la comida!

7. Decorar la casa

Hazlos partícipes de los cambios decorativos que hagas en la casa. Están perfectamente preparados para poder ayudar a pintar una pared o a envejecer un mueble. Llévalos contigo a las tiendas de muebles y pide su opinión. ¡Se sentirán importantes y pensarán que los tienes en consideración!

8. Hacer manualidades

Un plan muy divertido para los días de lluvia es hacer alguna manualidad. Puedes inspirarte en internet y hacer cosas reciclando materiales que ya tienes en casa como una caja vacía de cereales o un bote de detergente. Creando se sentirán bien porque se centrarán en la tarea olvidando las preocupaciones.

9. Jugar a un juego de mesa

Los juegos de mesa son otro plan para compartir momentos de calidad. Los juegos les harán reír, les harán pensar y con ellos descubrirán nuevos conocimientos. Es una opción para influir en su aprendizaje de forma amena.

10. Ver fotos antiguas juntos

Una actividad que fortalece los vínculos familiares es ver fotos juntos, fotos de cuando eran pequeños e incluso fotos de cuando ellos ni siquiera existían. Muestrales fotografías antiguas de sus bisabuelos y habla de cómo eran.  Es un momento perfecto para mejorar su sentido de pertenencia. ¡Cuenta cómo se conocieron o qué te gustaba hacer a su edad!

Todas estas actividades que hemos propuesto ayudarán a fortalecer el vínculo entre padres e hijos y con el resto de miembros de la familia (no nos podemos olvidar de los abuelos, los primos o los tíos) y ayudarán a mejorar la comunicación familiar.Con ellas establecerás las bases de una educación en la que los niños se sientan integrados e importantes.

Elaborado por:

Virginia Vicente Pascual “Actividades que ayudan a fortalecer el vínculo entre padres e hijos”, Guía Infantil  www.guiainfantil.com

La relación Madre-Hijo: el vínculo más especial de la naturaleza humana

El lazo que une a una madre con su hijo es tan especial que resulta complicado describirlo con palabras. De hecho, quien mejor lo expresa es precisamente quien todavía no sabe hablar. Basta observar a un bebé relacionándose con su madre. La manera en que la mira, cómo encuentra consuelo en sus brazos, la atención que presta a su voz… Cuando el vínculo entre madre e hijo es fuerte y profundo, los beneficios se extienden durante toda la vida. Por eso es interesante conocer el tipo de apego que marcó tu infancia.

¿Cuándo comienza a gestarse la relación madre-hijo? ¿Está el ser humano diseñado para mantenerse cerca de su madre desde el momento en que llega al mundo? En el Día de la Madre nos hemos propuesto ahondar en las respuestas a estas cuestiones. No olvides que estamos celebrando esta bonita fecha con importantes descuentos en todos nuestros cursos. La formación que buscas sobre Crianza Respetuosa impartida por los mejores profesionales, con vídeos en alta definición (4K) a los que puedes acceder desde cualquier dispositivo.

La relación madre-hijo durante el embarazo

La comunicación entre hijo y mamá comienza a establecerse antes del parto. Aproximadamente en el cuarto mes de embarazo, el bebé percibe los sonidos procedentes del exterior. En torno a las veintisiete semanas también empieza a reaccionar al escucharlos. Y por supuesto, la voz de su madre es lo que le llega con mayor nitidez. Enseguida se familiariza con él. Las palabras cariñosas, las nanas y la música, los cuentos… existen muchas opciones para cuidar el vínculo durante esa última etapa de la gestación.

No se trata únicamente de lo que el pequeño escucha. En el curso «Cuidados de la mujer en el embarazo y el postparto», Sara Cañamero señala los beneficios de mantener unos hábitos saludables en esta etapa, tanto para la madre como para el bebé. Una actividad física adecuada y una alimentación saludable repercuten en el bienestar de ambos. Además, el estado de ánimo de la mujer durante el embarazo también tiene influencia en la salud de su hijo.

Mientras está en el útero, el bebé siente lo que su madre siente. Así lo certifican las conclusiones de las numerosas investigaciones que se han realizado sobre este tema. Valga como ejemplo un estudio de la Universidad Charité de Berlín. Este trabajo estableció comparaciones entre jóvenes adultos cuyas madres habían sufrido experiencias traumáticas durante el embarazo, con otros cuyas madres no habían pasado por estos trances.

«Los bebés que habían compartido el estrés materno en la gestación presentaban reacciones de estrés anormales en su vida posterior. Además, tenían de media mayor índice de masa corporal y menor tolerancia al azúcar, indicio de posibles dolencias metabólicas en fase inicial. La actividad de su sistema inmunitario también estaba alterada y su memoria funcional operaba peor en situaciones de tensión».
Fuente

Las primeras horas de vida: piel con piel, lactancia materna y apego

El contacto piel con piel entre madre e hijo inmediatamente después del parto es una práctica cada vez más común. «Mantener a madres y bebés juntos, así como garantizar oportunidades ilimitadas para el piel con piel y la lactancia materna, son prácticas esenciales para un parto seguro y saludable. Madres y bebés tienen necesidad fisiológica de estar juntos durante los momentos, horas y días posteriores al nacimiento. Este tiempo juntos tiene enormes beneficios para ambos», advierte J. T. Crenshaw en un estudio del 2014. Un bebé que disfruta del ‘piel con piel’ con su madre justo después de nacer tiene más posibilidades de iniciar espontáneamente la lactancia materna. Además, el contacto le ayuda a regular su ritmo cardíaco y sus niveles de azúcar en sangre.

Sostener, acariciar, mirar y oler al bebé tras el parto también tiene maravillosas consecuencias para la madre. Las hormonas que libera provoca que adapte su estado de ánimo a la maternidad, preparándola para responder a las necesidades del recién nacido. Es como si el contacto piel con piel y la lactancia materna activasen ciertos instintos maternales. En el curso «Claves para criar desde el apego seguro», Soraya Sánchez nos explica la importancia de satisfacer con celeridad las demandas del bebé, a fin de fortalecer vínculos desde su primer día de vida. Y en «Lactancia materna», Alba Padró te asesora para que puedas disfrutar al máximo de la experiencia de dar el pecho a tus hijos. Descubrirás que, además de alimentarles, estarás nutriéndoles con amor.

Elaborado por:

Tomás Magaña “La relación madre-hijo: el vínculo más especial de la naturaleza humana”, Escuela Bitácoras www.escuela.bitacoras.com

La vida vista a través de los ojos de los niños es más bonita

Vive el presente y disfruta como un niño

A veces se nos olvida lo bonita que es la vida. Nos centramos en las cosas negativas que tenemos alrededor, en las envidias, los celos, los malos pensamientos… y se nos olvida recordar que la vida es el mejor regalo. La salud, nuestros hijos, la naturaleza… todo es un regalo que debemos disfrutar en nuestro tiempo presente, en el aquí y ahora.

Hazte una pregunta: ¿recuerdas lo que sentías al ser un niño? Cuando uno mira hacia atrás se ven esos años a través de unas lentes con un bonito color, con recuerdos felices. ¿Te has dado cuenta alguna vez de cómo tus hijos, sobrinos o los hijos de tus amigos interactúan con el mundo que les rodea? Resulta fascinante verlo… pero la realidad es que no tienes por qué ser tan solo un espectador.

Desde Etapa Infantil queremos que te des cuenta de que es hora de que empieces a ver el mundo a través de los ojos de los niños, porque verás la vida mucho más bonita. No te pierdas algunas razones y pronto descubrirás cómo mejora tu vida diaria.

TODO ES NUEVO

Los niños se fascinan por todo porque todo es nuevo para ellos. No están cansados del mundo y les gusta descubrir lo que les tiene que ofrecer. Un niño se emociona al despertar y descubrir que es un nuevo día. Es una nueva oportunidad emocionante y llena de posibilidades. En lugar de temer a las tareas diarias a las que se van a enfrentar, despejan la mente y no esperan nada, solo disfrutan de lo que ocurre. 

Los adultos también podemos hacer eso, solo tenemos que sentir que cada día es una nueva oportunidad, como una pizarra limpia… ¡y que puede pasar cualquier cosa! Solo hay que vivir en el presente para disfrutarlo al máximo.

TODO ES UNA EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE

Los niños siempre están interesados en aprender todo lo que puedan. ¿Cuántas veces has oído preguntar a un niño “por qué” una y otra y otra vez? ¡Ellos quieren saberlo todo! No aceptan un no por respuesta, porque saben que hay una respuesta satisfactoria detrás de él. ¿Con qué frecuencia dejas de leer o investigar algo una vez que encuentras la respuesta en lugar de tratar de descubrir toda la historia detrás? Lo divertido que sería seguir a un sujeto hasta encontrar sus raíces… ¡Solo hay que tener un poco más de curiosidad!

PENSAMIENTO POSITIVO DE FORMA INNATA

Los adultos estamos acostumbrados a pensar de forma negativa casi de forma automática y nos ponemos en el peor de los casos cuando se presenta una nueva situación. Debido a que muchas experiencias son nuevas para los niños, tienen automáticamente una actitud positiva hacia las cosas. Están dispuestos a probar cosas nuevas, especialmente si se les presenta como una aventura. ¿Te imaginas empezar las tareas cotidianas de la vida como aventuras? Hacer las cosas como un juego te hará sentir que no pierdes el tiempo y que tu energía no se consume. Piensa en positivo y disfruta con entusiasmo de todas las posibilidades que te regala la vida.

TODOS PUEDEN SER AMIGOS

¿Alguna vez te has fijado como un niño es capaz de hacer amigos en cualquier momento y lugar? Pero piensa realmente, ¿qué hay de malo en hablar con alguien mientras por ejemplo, esperas el autobús? Los niños siempre están abiertos a conocer a gente nueva. Ellos quieren divertirse, sonreír y pasarlo bien. Aprender nuevos nombres de personas y disfrutar de los demás.

Sería bueno que los adultos aceptáramos esa forma de pensar cuando vamos a comprar, cuando estamos en reuniones con otras personas, cuando llega un nuevo compañero de trabajo y en cualquier otra situación social en la que te puedas encontrar.

Elaborado por:

 Ma José Roldán  “La vida a través de los ojos de los niños es más bonita”, Etapa infantil – www.etapainfantil.com

La importancia de la familia en la educación escolar

Como padres buscamos que la educación de los hijos en la escuela no sea solo académica, sino que también valórica, emocional y personal.

Como padres buscamos que la educación de los hijos en la escuela no sea solo académica, sino que también valórica, emocional y personal. Se espera, por lo mismo, que en la institución formativa se les enseñen las formas más adecuadas para desenvolverse en la sociedad, siendo un aporte real en la construcción de un mundo más justo y empático.

Pero ¿cuál es la función de la familia en este objetivo?

El importante rol de la familia en la educación

Durante el desarrollo de nuestros hijos existen dos espacios fundamentales de crecimiento y socialización. El primero de ellos es la familia, lugar donde se lleva a cabo el aprendizaje de las funciones básicas, como hablar y comer, además de aprender los valores y las normas de conducta que guiarán su futuro.

El segundo es la escuela. En ella “salen” al mundo privado donde conviven con sus pares y adultos, asimilando conocimientos nuevos que les permiten ser tolerantes a la “diferencia”.

Sin embargo, estos dos elementos que inician su formación no deben actuar por separado, sino que los mejores resultados se logran cuando la familia y la escuela trabajan estrechamente por la educación de los niños y niñas.

A continuación, explicamos los principales beneficios de aumentar las funciones de la familia en la educación escolar.

1. Se potencia la educación del niño

Ciertamente, la importancia de la familia en la educación del niño es trascendente. Los alumnos se desarrollan de manera efectiva si se sienten apoyados tanto en su establecimiento educativo como en su hogar. Si los infantes perciben un interés para identificar sus dudas e ideas en el hogar, se dan con mayor facilidad al aprendizaje, tienen más ánimo para participar en clases y actividades extracurriculares.

Además, cuando los padres mantienen curiosidad por los tópicos que están adquiriendo sus hijos, los estudiantes logran reafirmar aún más sus conocimientos. ¿Por qué razón? Debido a que se considera que lo enseñado en la escuela va más allá de la sala de clases y forma parte de varios aspectos de su vida, en especial si estos conocimientos se involucran en sus juegos y conversaciones casuales.

2. Se mejora su aspecto emocional

El rol de la familia en la educación cobra importancia, de manera clara, cuando se entiende que los niños reciben una educación emocional, principalmente, de sus padres. Desde la familia, como punto de partida, se le enseña al menor a encarar las emociones vividas a diario, como la ira, la alegría, la frustración y el amor. Estos aprendizajes, una vez asimilados, se practican en situaciones externas como el colegio.

Por ello, es clave la existencia de una afinidad entre la institución educativa y los apoderados sobre cómo el alumno debe recibir su educación emocional. De esta forma, el niño sabrá comunicar sus emociones de un modo saludable y socializar sanamente. Como resultado, recibe una formación capaz de cuidar la perspectiva emocional del estudiante para concluir en un adulto sano tanto en lo personal como en lo social.

3. El niño aprenderá valores con mayor facilidad

Otra de las funciones de la familia en la educación es inculcar los valores que el niño necesita. En el colegio, estos se refuerzan y se practican para que logren mantenerse en el largo plazo. Por eso, la unión entre el establecimiento educativo y la familia es prioritario para el aprendizaje valórico.

Por ejemplo, si el estudiante concibe vivir en sociedad ejerciendo cualidades como la generosidad, la honestidad, el respeto y la responsabilidad es porque en su hogar y en su colegio son elementos activos de la convivencia diaria.

Sin duda, un colegio familiar es ideal, ya que propone la participación de los padres y potencia el rol de la familia en la educación, logrando una relación positiva entre apoderados y el establecimiento educativo.

En definitiva, si la familia y el colegio conforman un equipo, el niño se verá doblemente beneficiado, formando un joven seguro de sí mismo y preparado para involucrarse en su comunidad. Indudablemente, la importancia de la familia en la educación en estos aspectos es trascendental: es una de las partes necesarias para formar adultos sanos emocionalmente y preparados para enfrentar sus futuros.

Elaborado por:

Hrvatska Skola San Esteban “La importancia de la familia en la educación escolar”,  www.hssanesteban.cl

7 consejos para aprovechar al máximo la educación a distancia

La educación a distancia (EAD) ha sido practicada por la humanidad desde el siglo XIX. La metodología surgió de la necesidad de preparación profesional de muchas personas que, por diversas razones, no podían asistir a una escuela en persona y evolucionó con las tecnologías disponibles en cada momento. Sin embargo, sólo en las últimas décadas esta metodología ha pasado a formar parte del enfoque pedagógico debido al volumen representativo de alumnos participando. La popularización de las herramientas tecnológicas también ha facilitado esta revolución en la relación enseñanza-aprendizaje.

1. No subestimar la modalidad online

Es un error pensar que el esfuerzo es menor para aquellos que estudian una disciplina de EAD. Por el contrario, hay una mayor necesidad de disciplina personal para lograr el éxito en este tipo de método de enseñanza/aprendizaje. Muchas personas terminan subestimando un curso de aprendizaje a distancia, no se dedican lo suficiente y no tienen los resultados esperados. Por lo tanto, antes de comenzar un curso, es importante entender que el grado de dificultad a menudo es igual al de modalidad presencial, con el fin de evitar futuras insatisfacciones con tu propio desempeño.

2. Disponer de un entorno adecuado para los estudios

La comodidad es esencial para una buena concentración y un mejor aprendizaje, y es necesario estudiar en un lugar apropiado, libre de ruidos externos y con buena iluminación para un mejor desempeño.

3. Utilizar la autonomía en tu beneficio

Es muy importante identificar las tareas prioritarias, estimar el tiempo necesario para llevarlas a cabo y organizarse para realizar todos los pasos necesarios hasta la finalización de cada uno de ellos. La organización es un factor clave para la realización de un curso de EAD. Determinar días y horas fijas para estudiar toda la semana y tener este auto-compromiso es muy importante.

4. Evitar las distracciones

Dedicar el tiempo de estudio exclusivamente a los estudios. Se deben evitar las redes sociales, los juegos, las conversaciones o cualquier tipo de distracción, para que el tiempo dedicado al estudio pueda ser utilizado como debe ser. Al final, el desempeño es mucho más representativo.

5. Practicar siempre que sea posible

La puesta en práctica de los conceptos estudiados es la mejor manera de memorizar y aprender. Por eso es importante realizar prácticas al final de cada contenido, comprendiendo mejor el tema e incluso identificando lo que no se ha entendido del todo. En este caso, usa la recomendación 6.

6. Aclarar todas las dudas

Si tienes alguna duda durante la clase o estudio, o si no entiendes claramente alguno de los contenidos, busca a los profesores o tutores de la asignatura y consúltalos. Debes estar pendiente de los horarios y la disponibilidad de los servicios, es importante aclarar todas las dudas y evitar futuros problemas en la realización de actividades y casos prácticos.

7. Cumplir los plazos

Es muy fácil olvidarse de los plazos de entrega y perderse en las tareas. Por eso es tan importante anotar y cumplir con todas las fechas, haciendo cada asignación en el momento adecuado y sin prisa. Al hacer esto, mejoras tu desempeño y evitas acumular una gran cantidad de material para estudiar con poco tiempo disponible.

Elaborado por:

Lucas CamargoESSS Blog “7 consejos para aprovechar al máximo la educación a distancia”, www.esss.co

17 hábitos para fortalecer la relación con tus hijos

La clave para fortalecer la relación con tus hijos es fomentar las interacciones positivas día a día.

Puedes hacer muchas cosas para fortalecer la relación con tus hijos. La clave para que estas interacciones positivas sean efectivas es que sean diarias. Por eso, incluir dentro tus rutinas este tipo de interacciones tiene muchos beneficios.

Lo mejor de todo es que con estas ideas que vamos a proponer no solo vas a conseguir compensar los malos momentos, sino que vas hacer que el día sea mejor. Al centrarte en las interacciones positivas, las interacciones negativas tendrán menos cabida. Es más, al crear hábitos como estos, tus hijos cooperarán más, se pelearán menos y se esforzarán por seguir tus consejos.

1) Disfruta de unos momentos cada mañana con tus hijos, de manera individual. No hace falta hablar, basta con acurrucarse. Abrázale, acaríciale. No hay mejor manera de empezar el día que un despertar placentero.

2) Habla con tus hijos durante el desayuno. Pregúntales qué tienen que hacer ese día. Interésate por lo que les espera.

3) Déjale notitas de amor: el almuerzo del colegio, entre las páginas de un cuaderno, sobre su mesa de estudio…

5) Despídete de tus hijos siempre con un beso y un abrazo, deseándoles que tengan un buen día y recordándoles que se diviertan.

6) Recibe a tus hijos siempre con un beso y un abrazo, interesándote por si les ha ido bien en el colegio o en la actividad que hayan estado haciendo.

7) No atiendas asuntos de trabajo cuando estás con tus hijos. Eso incluye llamadas, emails, redes sociales y mensajería instantánea, entre otras cosas.

8) Los berrinches de tus hijos suelen ser señales de angustia, no de desafío. Cuando ocurra algo así, relájate y deja lo que estés haciendo para ayudar a tu hijo. Ayúdale a descargar su rabia. Acompáñale si necesita llorar y deja que descargue toda su mochila emocional. Cuando esté listo, anímale a hablar y escúchale.

9) Anímale cuando se enfrente a una tarea difícil. Presta atención a sus miedos y ofrécele palabras positivas y gestos amables.

10) Ríete de sus bromas y gracias, por muy simples que parezcan. Si las bromas faltan al respeto y a las normas de convivencia, dile de buenas maneras porque eso no tiene gracia.

11) Muestra empatía por todas las emociones de tu hijo. Puedes poner un límite a sus acciones, pero no a sus emociones. Todas las emociones son aceptables. Cuando reconoces cómo se sienten tus hijos, fortaleces tu conexión con ellos y alimentas su inteligencia emocional.

12.- Busca un rato diario para jugar con tus hijos a lo que ellos quieran. Deja que vuele su imaginación y sigue sus instrucciones. Da igual que sea breve. Lo importante es que sea diario y que se ajuste a la rutina del niño.

13) Comparte al menos una comida al día con tus hijos. No enciendas el televisor. En su lugar, anima la conversación planteando una pregunta que a tus hijos les resulte interesante.

14) Escucha con compasión las historias sobre los problemas que tiene en el colegio, especialmente los que tengan que ver con los amigos o con la persona que les gusta. Escuchar es uno de los hábitos más importantes para fortalecer la relación con tus hijos.

15) Lee o canta una canción con tus hijos antes de dormir. Si son demasiado mayores para ello, anímale a que lea antes de acostarse e interésate por el libro que está leyendo.

16) Dale a tu hijo un beso de buenas noches. Si necesita hablar, escúchale. Si tiene alguna inquietud, eso le ayudará a conciliar el sueño.

17) Visita a tus hijos para comprobar que están bien antes de acostarte. Aunque ellos no se enteren, eso también refuerza vuestro vínculo.

Janet Fackrell hizo una reflexión muy acertada: “observo sus cabezas, suavemente despeinadas, que duermen sobre sus almohadas, y la tristeza me inunda. ¿He bebido en sus sonrisas y risas y las he abrazado, o acabo de hacer las cosas de mi lista tareas de hoy? Están creciendo tan rápido… Una mañana me despertaré y una de mis hijas se casará, y me preocuparé: ¿He jugado con ellas lo suficiente? ¿He disfrutado la oportunidad de ser parte de sus vidas?”.  El tiempo pasa deprisa. Demasiado deprisa. No lo dejes pasar sin aprovecharlo y fortalece la relación tus hijos.

Elaborado por:

Eva María Rodríguez – 11 abril, 2018

La mente es maravillosa “17 hábitos para fortalece la relación con tus hijos” www.lamenteesmaravillosa.com

9 sencillos consejos de padres de «homeschooling»

Ante esta situación excepcional que se está viviendo en los hogares, las familias que en el mundo han optado estos años por el homeschooling, es decir, por la educación en el hogar, están ofreciendo algunos sencillos consejos a los padres para ayudarles en este momento de prueba. Y aunque las dificultades son palpables también se abren posibilidades para conocer mejor a los hijos y desarrollar con ellos algunas de sus capacidades. Estos son algunos consejos de estos padres veteranos que recoge la versión en inglés de Aleteia:

1. No intentes recrear la escuela en tu casa.

El confinamiento en los hogares se alarga y todavía no hay certeza de cuando acabará. Como padres es bueno ayudar a los niños a aprender juntos pero no hay que intentar replicar su día a día escolar en casa.

Según estos padres veteranos en la educación en el hogar hay que resistir al impulso de planificar cada minuto porque aunque es bueno tener objetivos, un horario muy rígido puede ser sofocante. Es importante avanzar pero ser flexibles. De hecho, avisan que se necesitan semanas para convertir el salón de casa en un aula en el que haya un ritmo, unas pautas.

“Si su hijo tiene que ir a la escuela en casa mientras esté en cuarentena, tenga en cuenta que puede hacerlo todo en 2-3 horas, fácilmente. O podrían sentirse más cómodos para que su cerebro lo haga en 8 con muchos descansos y distracciones en el medio. No intentes forzar algo, el entorno es completamente diferente y eso tendrá un impacto. No es bueno ni malo, simplemente es así”, afirman estos padres expertos.

2. Leer en voz alta

Muchos padres que practican el homeschooling coinciden en la importancia de leer en voz alta. A los niños de todas las edades les encanta que les lean y aprenden mucho de esta manera.

Leer en voz alta con ellos realmente une a toda la familia. Inspira a los niños en su juego, fomenta su imaginación, amplía su vocabulario y su comprensión lectora. Es además una forma fantástica de aprender sobre todas las materias.

3. Si trabajas desde casa hay un salvavidas: ¡audiolibros!

En este tiempo de confinamiento debido al coronavirus hay muchas familias en las que las clases en casa se complican porque además deben compaginarlos con el teletrabajo. Una solución para cuando se necesita mantener a los hijos ocupados durante un buen rato sin que la televisión entre en escena son los audiolibros. Además, en niños mayores de cuatro años se les puede poner un audiolibro mientras se les da algo que hacer con sus manos (plastilina, dibujos…).

4. Deja espacio para el aburrimiento.

Un consejo de padres veteranos en homeschooling: no intentes mantener a tus hijos todo el día con una infinidad de actividades. De hecho, el aburrimiento debe tener también su espacio y conduce a la creatividad y al aprendizaje. Si los padres intentan pasar todo el día entreteniendo a sus hijos acabarán quemados muy pronto.

Deje a sus hijos solos, y puede que te sorprenda en qué tipo de aprendizaje fuera de lo común se sumergen. Y todos estarán más felices si  se deja suficiente tiempo en su día para jugar y explorar de forma abierta y no estructurada”, afirman estos padres.

5. Sigue a tu hijo

Este tiempo de confinamiento ofrece la oportunidad a los padres de sumergirse de manera más profunda en los intereses de los niños. Ahora es un buen momento para que los niños aprendan sobre cosas que le interesen. Si por ejemplo desde la ventana se ve una roca o una montaña y pregunta: «¿De dónde vienen las rocas?», aprovéchalo. Investiga y aprended sobre ello hasta que los niños estén satisfechos. Para ello, es bueno preguntar qué le interesa al niño y sobre qué quiere aprender. Puede ser una gran oportunidad.

6. Enseñar habilidades para la vida

Todo este tiempo no estructurado en el hogar es una oportunidad propicia para enseñar a los niños más mayores sobre habilidades prácticas que les serán muy útiles en su vida. La limpieza y la cocina son prioridades, son algunas de las cuestiones más básicas. Pero hay mucho más que pueden dominar durante este tiempo: clases de pintura, coser o aprender cuestiones de electricidad, carpintería o fontanería. Aprender idiomas a través de internet o incluso observar el teletrabajo de los padres en ciertos asuntos puede ser también muy útil en su formación.

7. Aprovechar bien el tiempo de la mañana.

A primera hora de la mañana, después del desayuno y de vestirse, es cuando la mayoría de los niños están en su mejor momento. Su capacidad de atención es máxima y están frescos. Piensa cuidadosamente en lo que quieres enfocarte durante esta valiosa hora del día.

Hacer el trabajo más importante a primera hora de la mañana simplificará enormemente el día. De hecho, el tiempo enfocado de la mañana es muy popular entre los padres que optan por el homeschooling.

8. Prudencia en el tiempo frente a la pantalla

El mundo vive una crisis internacional sin precedentes y muchos padres lo están afrontando como buenamente pueden pues deben además trabajar desde casa.  El tiempo frente a la pantalla puede ser una excelente manera para que los niños aprendan mientras los padres pueden hacer otras cosas (como trabajar desde casa).

Dicho esto, si se puede limitar o evitar por completo el tiempo de pantalla es posible que te sorprendas al descubrir que la vida en el hogar es más fácil. Muchos niños, especialmente los menores de 6 años reaccionan mal cuando se debe apagar la pantalla.

Eliminar el tiempo frente a la pantalla puede evitar altibajos y mantener las cosas en equilibrio. Una madre explica que aprendió “esta lección de una manera difícil. Tengo tres hijos menores de 6 años y, después de muchas pruebas y errores, descubrí que se comportan mucho mejor en días sin pantalla. Hago todo lo posible para limitar la televisión y las películas a 2-3 veces por mes, y guardo esas raras ocasiones para cuando realmente lo necesito (llamadas telefónicas de trabajo, por ejemplo)”.

Hacer el trabajo más importante a primera hora de la mañana simplificará enormemente el día. De hecho, el tiempo enfocado de la mañana es muy popular entre los padres que optan por el homeschooling.

9. Déjalos jugar

El juego es claramente lo mejor para la educación de la primera infancia, y los beneficios del juego no se evaporan a medida que los niños crecen. Jugar es una forma poderosa de aprender para niños de todas las edades.

Los niños pueden aprender a través de juegos de mesa. El juego imaginativo no es una distracción de su educación. Puede ser la parte más importante de su educación, ya que es a través del juego que sintetizan y dan sentido a todo lo que han aprendido.

Elaborado por:

Religion en libertad “9 sencillos consejos de padres de «homeschooling» que pueden ser muy útiles para esta cuarentena”,  www.religionenlibertad.com

Principios para educar con afecto y lógica

La educación se fundamenta en una relación, no en un procedimiento.

La educación en el hogar implica grandes dosis de claridad mental  y autocontención para enfrentar el desgaste emocional que se deriva de  la formación del carácter en un niño o adolescente. Sólo el amor que sentimos por nuestros hijos proporciona el combustible necesario para mantenernos en el arduo camino de la educación, sin claudicar ante las dificultades de nuestra elección de ser padres.

Dos de los ingredientes principales para educar con efectividad son el afecto que orienta nuestras intervenciones y la lógica para definir las mejores alternativas de acción.   De hecho, la ciencia es la especialización formal y sistemática del sentido común.

Combinar el afecto y la lógica

No interactúes con tu hijo cuando él o tú  estén tristes, enojados, cansados o con fuertes cargas emocionales; es necesario dejar tiempo para tranquilizarse: esperar hasta que tú puedas intervenir bajo tus mejores condiciones.

Las preguntas fuerzan a los niños/adolescentes a pensar y aportar soluciones; es necesario que ellos enfrenten sus problemas y no tú, pues te irritarás. No asumas la responsabilidad de tus hijos.

El poder es uno de los asuntos más importantes entre niños y adultos. Cuando son pequeños y advierten que no tienen poder sobre casi nada llegan a la conclusión de que son insignificantes: hacen lo que les ordenan los adultos y no toman decisiones; en estos casos su creencia se centra en obtener algo de control, lo cual se convierte en un objetivo más importante que tomar decisiones. Cuando ofrecemos a los niños opciones en vez de sólo dar órdenes, no resulta necesaria la lucha por el poder. Cuando ordenamos, nosotros somos los dueños de la elección, dejando al niño un solo camino para ganar la lucha: hacer oposición. La posibilidad de varias alternativas facilita la elección sabia de los niños.

Evita las siguientes intervenciones verbales o conductuales:

  • Manifestar ira o disgusto.
  • Explicar el valor de las consecuencias.
  • Moralizar o amenazar.
  • Hablar demasiado.
  • Sentir pena y claudicar.
  • Modificar la consecuencia con el objetivo de “emparejar la situación”.

Cada intervención debe consistir en sólo una frase y es conveniente iniciar con: “He notado que…” seguido de algo personal acerca de tu hijo (positivo y verdadero). Es importante que tu afirmación  no se enfoque a las actividades escolares o del hogar sino en la vida personal de tu hijo.

Cuatro principios básicos para la aplicación de la educación con Afecto y lógica.

1. Comparte el control.

2 .Comparte el pensamiento

3. Equilibra las consecuencias con la empatía.

4. Mantén el autoconcepto saludable de tu hijo.

Un objetivo central en la educación es lograr que los niños cooperen. Ese objetivo se logra cuando proporcionas opciones.

Reglas para ofrecer opciones:

Asegura la elección que tú quieres. Nunca proporciones una opción que quieres y una que no; invariablemente tu hijo escogerá la que tú no quieres; conviene que propongas alternativas aceptables; por ejemplo:

  • Esta tarea debes terminarla en esta semana: ¿prefieres hacerla el jueves o viernes?
  • ¿Juegas con respeto a las reglas o ves a tus hermanos jugar?
  • Nunca proporciones una opción a menos que puedas permitir que el niño/adolescente experimente las consecuencias de tal elección.
  • Nunca propongas alternativas cuando está de por medio un peligro para el niño/adolescente.
  • No proporciones alternativas que no se puedan cumplir en los siguientes diez segundos.
  • La presentación de las opciones es importante; inícialas con: Selecciona entre_ o _; ¿Qué prefieres: _ o _?; ¿qué sería mejor para ti: _ o _?
  • Cambia la estructura de la comunicación: En lugar de decir: “no me hables así”, puedes decir: “con gusto te escucho cuando tu voz suene como la mía”.

El mejor momento para proporcionar alternativas es cuando te sientes tranquilo y todo funciona bien.. En tales condiciones es fácil crear una “cuenta de ahorro” de control, utilizando frases como: “tú decides… es tu elección”.  Además en tales situaciones tu hijo no decide nada que pueda tener un efecto directo en ti, sino sobre asuntos que afectan su propia vida. El niño o adolescente que mejor se comporta es el que cree que el adulto es razonable y asume el control sólo cuando es necesario.  No pueden hacerse retiros de la “cuenta del control” si no ha habido depósitos previos.

Gestión de las consecuencias.

El padre efectivo administra las consecuencias con empatía y comprensión, sin ira ni largos mensajes. Cuando un adulto utiliza la empatía al describir las consecuencias, la mente del niño tiende a enfocarse más en el error; entonces fabrica un proceso de corrección de la decisión equivocada que causó el error.

Consecuencias con empatía:

Los niños aprenden de sus errores cuando:

  • Experimentan las consecuencias de sus errores.
  • Los adultos intervienen con empatía.

Las elecciones equivocadas tienen consecuencias naturales. Los adultos tienden a reprimir y reñir, pero los niños/adolescentes aprenden mejor de sus consecuencias cuando los adultos empatizan. Si el adulto reprime a los niños/adolescentes, éstos pueden transformar su molestia  sobre su error en ira contra el adulto; en estos casos no aprenden la lección.

Un error puede convertirse en un maestro excelente si el niño/adolescente experimenta las consecuencias de su mala decisión. Sin embargo, es la empatía manifiesta del adulto la que dirige el dolor de las consecuencias  hacia su memoria y la convierte en una sabiduría con futuro.

  • Manejo de la disciplina bajo tus condiciones:
    • Fundamenta una relación positiva con tus hijos.
    • Establece límites protectores con planteamientos sólidos.
    • Comparte el control.
    • Implementa intervenciones disciplinarias que frenen las conductas indeseables en su infancia, evitando la necesidad de consecuencias.
    • Dilata las consecuencias.
  • Si las consecuencias se aplican de forma inmediata, independientemente de las condiciones adecuadas, se invierte más tiempo y es menos eficaz porque:
    • El niño/adolescente se encuentra en una situación emocional más que en un estado pensante.
    • El adulto está bajo tensión pues está quitando tiempo a sus actividades programadas.
    • El niño/adolescente adquiere cierto poder al controlar las actividades del adulto.
    • En conclusión: atiende a tus hijos en tu tiempo, bajo tus condiciones, con interacciones breves, suaves. Elabora preguntas cortas.

Diferencia entre consecuencias y castigos: Cuando los niños/adolescentes cometen errores, sufren. Es importante la interpretación de la proveniencia del dolor (interno o externo; esta deducción depende sobre todo de las circunstancias y de las reacciones adultas. Cuando sufrimos, nos preguntamos sobre la causa de la pena. La respuesta es vital: si la causa es el profesor, mi padre… enfocaré mi atención sobre esas causas y no sobre mi conducta. En el castigo, el dolor proviene de fuera; en las consecuencias, proviene de mi conducta.

  • Guía para la administración de las consecuencias:
    • Haz que las consecuencias se apliquen tan cerca como sea posible del tiempo y lugar de la infracción.
    • Proporciona al niño/adolescente la oportunidad para involucrarse en la solución/decisión.
    • Administra las consecuencias con interés tranquilo para que el niño/adolescente relacione el dolor con su conducta.
    • Proporciona la oportunidad para desarrollar un nuevo plan de conductas: así se orientará hacia el futuro.
    • Permite que hagan sus propios juicios de valor.
    • Enseña técnicas para la solución de problemas.
    • Permite que los niños experimenten poder: capacidad para resolver sus propios problemas y desarrollo de autocontrol.
    • Palabras mágicas:  ¿Qué te gustaría que sucediera? ¿Quieres mi opinión al respecto? ¿Es posible que…? ¿Cómo te sientes acerca de…? ¿Hay una posibilidad de…? ¿Cómo crees que funcionará? ¿En una escala de 1 a 10 qué tan buena decisión crees que sea? ¿Quieres saber lo que otras personas han hecho al respecto?
  • Guía para la utilización de consecuencias en casa:
    • Combina las consecuencias con empatía más que con culpa, juicios o ira.
    • Permite que tus hijos sean responsables de sus propios problemas; si ellos detectan que te involucras profundamente te asignarán sus problemas.
    • Prima el esfuerzo como un atributo del éxito más que la suerte, el trato preferencial o centros externos de control.
    • Reduce los premios “tóxicos”: las notas u otro tipo de reconocimientos no pueden ser la medida de su valor.
    • Mide el éxito en base a la aproximación hacia un objetivo estándar, más que en relación con un rango o comparación con otros parámetros
    • La consistencia es fundamental.

Los premios tienen a exigir multiplicaciones en el futuro, pues es una creencia insaciable. Lo mismo sucede con los castigos que deben incrementar su severidad gradualmente hasta hacerse imposible su aplicación. Casi siempre el sistema de premios y castigos es temporal y malicioso.

Educación bajo el principio de realidad

Los padres tienen que trabajar para erradicar la siguiente norma en sus hijos: “veo, deseo, creo que lo merezco”. Cuando una persona cree que se merece algo reacciona de manera diferente a cuando sienten que se lo han ganado. Los niños y adolescentes actuales están muy acostumbrados a tener privilegios; la radio la televisión, las canciones y los anuncios comerciales alimentan esta “necesidad: los comerciales de fast food los convencen de que no tienen que esperar la preparación de un alimento; la industria de los cosméticos enfatizan que se merecen un pelo extraordinario; los vendedores de automóviles tratan de persuadir de que todos nos merecemos un coche que nos coloque arriba de todos los demás. Las personas que sean atrapados por esta norma serán egocéntricos terminales.

Efectos de la mass media: el comentario de que el “medio es el mensaje” es más que una simple observación –es una profecía. Las películas y la televisión consumen muchas horas diarias en la vida de un niño/adolescente típico; la influencia es enorme. Además de los contenidos francamente negativos, el peligro más sutil es la forma inmediata en que se resuelven problemas interpersonales, además de que los constantes cambios de programación afectan su rango de atención. Estos factores crean percepciones que a su vez llevan a expectativas y cuando éstas no se cumplen, se deriva una conducta inadecuada.

Efectos de la tecnología: Incesantemente exigimos más velocidad y perdemos la capacidad de la contemplación; exigimos perfección y así perdemos  la oportunidad de desarrollar experiencia y sabiduría por el aprendizaje de nuestros errores.

Pretender una intervención con un niño sin conocer sus variables íntimas es como esperar que un disparo dé en el blanco en la oscuridad.

Las familias Amish de Wisconsin Central  consideran a los niños como “un regalo del Creador” y cada uno tiene un lugar en la familia y en la comunidad; por la misma razón cada niño tiene un trabajo que es vitalmente importante para el funcionamiento de la familia; cada adulto es responsable de los demás y tiene que ser un ejemplo para los niños. El autoconcepto entre los amish no es un asunto a tratar, sino que se deriva de sentirse capaces.

John Rosemond en su obra “Six-point plan for raising happy, healthy children” sugiere:

  • Los padres que se esfuerzan por hacer a sus hijos felices, criarán niños incapaces de hacerse felices a sí mismos.
  • Los padres que tratan de evitar las frustraciones a sus hijos seguramente generarán niños incapaces de manejar la frustración y, en consecuencia, responderán con conductas destructivas (incluso autodestructivas) cuando se sienten frustrados.
  • Los padres que solucionan los problemas que sus hijos hubieran podido resolver por sí mismos (aunque con algo de orientación) criarán niños que claudican fácilmente.

Control: necesitamos controlar nuestras propias vidas; cuando no lo logramos, pretendemos controlar las de los demás. Uso de las opciones:

  • Las opciones deben ser legítimas, sin motivos ulteriores u ocultos.
  • La internalización de la responsabilidad es el objetivo de la disciplina.
  • Tip importante: cuando la aplicación de las consecuencias no funcione, pregúntate:
    • ¿Lo hice con compasión? Si no, mi hijo se enfocará más en mis emociones que en su conducta problemática.
    • ¿Presenté las consecuencias de forma interrogativa?
    • ¿Razoné con mi hijo en la aplicación de las consecuencias? Para evitar la lucha de poder.
    • ¿Apliqué las consecuencias inmediatamente? Es conveniente dar tiempo para la asimilación del aprendizaje.
    • ¿El niño/adolescente sabía cuáles consecuencias se podrían derivar de su conducta?

Elaborado por:

Isauro Blanco “Principios para educar con afecto y lógica”, ASC – blog.ascc.me

Educación en tiempos de COVID-19

La educación es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes independientemente de la contingencia de COVID-19.

La educación es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes independientemente de la contingencia de COVID-19. Las escuelas están cerradas, los maestros y maestras han tenido que cambiar sus clases presenciales a una modalidad en línea, y niñas, niños y adoelscentes están en casa realizando sus tareas y actividades escolares.

En UNICEF México reconocemos el esfuerzo y la dedicación de mamás y papás para apoyar a sus hijos en sus tareas escolares y en el aprendizaje a distancia.

La educación es una forma de brindar estabilidad y seguridad a la niñez ya que ayuda a implementar una rutina, a utilizar su tiempo de forma productiva y así afrontar el trauma, el estrés y el miedo que pueden estar sintiendo a causa de la pandemia.

Por eso es muy importante que los niños, niñas y adolescentes puedan seguir estudiando y aprendiendo desde casa, de lo contrario podría darse el caso que olviden algunas cosas que han aprendido.

Hemos preparado estas recomendaciones para que este difícil cambio en la rutina sea más fácil para niños, niñas, adolescentes, papás y mamás.

1. Cuida la salud emocional de tus hijos e hijas.

Es muy importante que les recuerdes que esta situación es temporal y que si estamos en casa es para cuidarnos nosotros y a los demás. Es normal que sientan miedo o preocupación, por eso es importante crear espacios donde puedan expresar sus emociones, invítalos a que hablen contigo y escúchalos con atención; si no quieren hablarlo directamente contigo, sugiéreles que lo hagan a través de dibujos o escribiendo en un diario.

Por otro lado, es recomendable evitar que estén sobreexpuestos a información sobre la pandemia, es bueno que sepan lo que ocurre, pero puedes explicárselos tú con un lenguaje adecuado para su edad.

Otra forma de cuidar sus emociones es que sigan en contacto con sus amigos o con otros familiares, por ejemplo, con llamadas telefónicas o videollamadas.

En UNICEF México preparamos estos materiales que te serán de utilidad.

2. Establezcan una rutina.

Es importante que en familia acuerden horarios para hacer las tareas escolares y que en ese tiempo tú puedas estar con ellos ayudándoles en lo que necesiten.  Los horarios ayudan a que la familia tenga un sentido de normalidad.

Es importante que sepas que habrá días que niñas y niños no quieran seguir esa rutina y sientan apatía, esto es normal, propicia un tiempo de descanso para que puedan despejarse y después retomar las actividades.

3. No trates de convertirte en maestro o maestra.

La situación es muy complicada y seguramente papás y mamás sienten presión para tomar el rol de maestro, pero no se espera que ustedes asuman este papel ni que el hogar se convierta en una escuela, lo que necesitan niñas, niños y adolescentes es el acompañamiento de sus cuidadores.

En cuanto al espacio, te recomendamos que designen un lugar específico para el aprendizaje tanto para que los niños puedan tomar clases a distancia como para que mamás y papás puedan apoyarles en las tareas en el horario que hayan decidido en familia.

Puedes visitar estos sitios de la Secretaría de Educación Pública de México para más información:

https://www.aprendeencasa.mx/aprende-en-casa/

https://www.gob.mx/sep

4. Revisa que tengan todo lo necesario.

Verifica que tengan la conectividad adecuada para tomar clases a distancia o que el canal de televisión donde tus hijos toman clases se sintonice bien.

Después revisa que tengan los útiles escolares como cuadernos, lápices, colores, etc., así como los dispositivos necesarios como el teléfono, una pantalla o una tableta.

Finalmente revisa el plan de estudios porque no esperamos que papás y mamás recuerden todo lo que aprendieron en la escuela por lo que te recomendamos que, si no sabes alguna cosa específica cuando estés ayudando a tus hijos e hijas con la tarea, recurras a las fuentes recomendadas por la escuela y a otras fuentes confiables de información, esto es muy importante, recuerda que en internet hay muchos sitios que no son seguros para niñas, niños y adolescentes, es por eso que tu supervisión es fundamental en estos momentos.

5. Regula el tiempo.

Niñas, niños y adolescentes tienen diferentes periodos de concentración y atención, los más pequeños pueden concentrarse unos 20 minutos mientras que los adolescentes tienen un periodo de atención de 45 minutos o más.

Por eso te recomendamos que, al hacer las actividades educativas con tus hijos e hijas, procuren no pasar más de los tiempos que mencionamos arriba sentados y enfocados en un mismo tema ya que los niños pueden aburrirse y perder la concentración.

En los horarios que hayan establecido en familia, deben considerar los periodos de descanso.

6. Fomenta el ejercicio y otras actividades.

Niñas, niños y adolescentes pueden aprender de muchas formas, por eso es bueno que además de las actividades académicas, fomentes que realicen alguna actividad física como yoga, ejercicio, que bailen o hagan otra actividad guste. Si lo hacen en familia ¡es aún mejor!

Jugar es divertido, pero también es un derecho de niñas y niños que ayuda a su desarrollo físico y cognitivo.

Finalmente, pueden aprovechar el tiempo para hacer manualidades, leer un libro, aprender otro idioma, entre otras muchas actividades.

Elaborado por:

UNICEF  “Educación en tiempos de COVID-19” https://www.unicef.org/mexico/educacion-en-tiempos-de-covid-19